Como lograr la consistencia ideal en tus sérums: Errores comunes y soluciones practicas.
- Jamilem Cordova
- 27 mar
- 2 Min. de lectura
Uno de los mayores desafíos al formular sérums es conseguir una consistencia adecuada. Si en algún momento has considerado la opción de agregar más agua para hacer tu sérum más líquido, permíteme decirte que no es la solución adecuada. Esta acción puede comprometer tanto la estabilidad como la eficacia de tu producto. A continuación, te explico las consecuencias de añadir agua extra a una formulación ya terminada:

1. Riesgo de Contaminación:
La dosificación de conservantes en una fórmula se calcula en función del porcentaje de fase acuosa. Si agregas más agua sin ajustar la cantidad de conservante, diluirás su concentración, lo que incrementará el riesgo de contaminación microbiana y reducirá la vida útil del sérum.

2. Disminución de la Eficacia de los Activos:
Los sérums suelen formularse con altas concentraciones de activos para garantizar resultados rápidos y efectivos. Al añadir agua, también reduces la concentración de estos ingredientes clave, lo que impacta negativamente en su efectividad al aplicarse sobre la piel.

3. Desestabilización de la Estructura del Sérum:
Los sérums acuosos se espesan utilizando gomas (como la goma xantana) o polímeros gelificantes (como Sepimax Zen), que requieren un equilibrio delicado entre agua y espesante. Si incrementas la cantidad de agua después de haber logrado la viscosidad deseada, podrías terminar con una textura más líquida de lo esperado, lo que ocasiona separación de componentes o pérdida de viscosidad.

4. Alteración del Perfil Sensorial y Absorción:
Los espesantes no solo regulan la viscosidad, sino también la sensación en la piel. Añadir agua sin reformular puede resultar en un sérum con una sensación pegajosa, separación de fases o una textura inestable.
En Hebbe y Lúdika, estamos comprometidos en ayudarte a resolver tus dudas durante el proceso de formulación. Aquí te compartimos algunos consejos para corregir la viscosidad de tu sérum sin comprometer la concentración de activos y conservantes:

1. Ajusta la Proporción de Espesantes en Futuros Lotes:
Si tu sérum quedó demasiado espeso, en las próximas formulaciones utiliza menos goma xantana o el espesante de tu preferencia.
2. Utiliza Emolientes como Solución Diluyente:
Ingredientes como glicerina, propanediol o pantenol pueden ayudar a reducir la viscosidad sin afectar la estabilidad del producto.
3. Aumenta la Fase Acuosa Antes de Hidratar el Espesante:
En tu formulación inicial, prueba añadir más agua antes de dispersar el gelificante. No olvides ajustar las concentraciones de los demás ingredientes hasta que la suma sea del 100%.
4. Prueba con Agitación Prolongada:
Algunos espesantes requieren más tiempo para integrarse adecuadamente antes de realizar ajustes. Deja reposar la mezcla y verifica la consistencia antes de hacer cambios.
En resumen, si tu sérum acuoso quedó muy espeso, evita diluirlo con agua después de formulado. Es mejor hacer ajustes en la fase de formulación para garantizar estabilidad, eficacia y una textura adecuada.

Siguiendo estos consejos, podrás obtener sérums con la consistencia adecuada y la efectividad que buscas.
¡Buena suerte en tus futuras formulaciones!
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