Hoy por la mañana, mientras aplicaba mi protector solar como paso final de mi rutina de cuidado de la piel, me puse a pensar en cómo llegó este producto hasta mí. Reflexioné sobre todos los procesos y pruebas que se necesitaron para encontrar la fórmula perfecta del protector solar. Esta curiosidad me llevó a investigar más sobre el tema, y déjame compartirte un poco de lo que aprendí.
La química, esa materia que a muchos nos dio dolores de cabeza en la escuela, es la ciencia detrás del desarrollo de los productos de aseo personal que usamos a diario. Más específicamente, la rama que nos aporta estos productos es la química cosmética. Esta disciplina se centra en el cuidado de la piel, el cabello y las uñas, combinando ingredientes para crear artículos como el shampoo que utilizamos en la ducha, el bálsamo para los labios, entre muchos otros.
#Sabíasque La química cosmética es la herramienta principal para la medicina estética, la dermocosmética y la cosmetología.
La mezcla de ingredientes en estos productos se conoce como formulación cosmética. En la formulación, siempre se combinan cuidadosamente ingredientes diseñados para aplicarse en nuestro cuerpo, con el objetivo de embellecerlo, limpiarlo o cuidarlo. Un claro ejemplo son los sueros para pestañas, que ayudan a que crezcan más largas y abundantes. Estos productos cumplen su función debido a los ingredientes específicos formulados para ese fin.
Gracias a la química cosmética, tanto los profesionales químicos y farmacéuticos, como nosotros los emprendedores, podemos adquirir nuevos conocimientos para desarrollar fórmulas de productos cosméticos. En la actualidad, los avances científicos y tecnológicos nos permiten aprender sobre los ingredientes con funciones específicas para mejorar aspectos de nuestra apariencia física que nos gustaría cambiar.
¿Te animarías a emprender en esta área? 👀
Comments