En la búsqueda de ingredientes efectivos y naturales para las rutinas faciales nos han llevado al tesoro de los aceites faciales.
En este artículo, exploraremos los beneficios de cinco aceites específicos - ricino, rosa mosqueta, jojoba, almendras y coco - para descubrir cómo pueden transformar tu rutina de cuidado de la piel y brindarte una tez radiante y saludable.
Mejora la luminosidad de la piel.
Aumenta el largo de cejas y pestañas.
Hidratante.
Reduce las manchas en la piel.
Reduce las ojeras y las bolsas de agua.
Mejora el proceso de cicatrización.
Antioxidante, ideal para combatir las arrugas causadas por el sol o la edad.
Ayuda a prevenir las líneas de expresión.
Da mayor volumen a la piel.
Propiedades anti-edad.
Equilibra la producción de sebo.
Mejora la apariencia de las estrías.
Ideal para nutrir e hidratar.
Regula la producción de sebo.
Mejora la apariencia de la piel envejecida.
Ayuda a mejorar algunas afecciones cutáneas y tratar quemaduras solares.
Ayuda a mantener la piel hidratada.
Estimula la producción de colágeno.
Previene el envejecimiento.
Controla el acné y otras erupciones de la piel.
