Febrero es el mes del amor y en Hebbe creemos que también debemos celebrar el amor propio consintiéndonos y apachando nuestro “self care”. El skincare es la manera ideal para demostrarnos amor y cuidados.
Sabemos que la base para tener una piel radiante y sana es tener una buena rutina de cuidados y el primer paso es conocer tu tipo de piel.
Piel seca: por lo regular se ve opaca, escamosa y tiende a deshidratarse muy rápido.
Piel grasa: este tipo de piel tiene una tendencia a producir mucho cebo viéndose brillante y oleosa, los poros están más dilatados.
Piel mixta: es seca en algunos puntos (mejillas) y grasa en otros (frente, nariz y mentón).
Piel sensible: tiende a irritarse muy fácil con muchos productos, es muy sensible al sol y puede picar después de usar algún maquillaje u otros productos.
Piel equilibrada: no se irrita fácilmente, muestra claridad y poca producción de cebo.
Una vez que reconoces tu tipo de piel, permite que estos 5 pasos se conviertan en su ritual diario que fortalezca tu piel y la mantenga saludable.
1. Limpieza
La limpieza es el primer paso y es muy importante que lo hagas dos veces al día, por la mañana y por las noches. Consiente a tu rostro con un jabón especial para tu tipo de piel y verás que se sentirá más fresca y tersa. Aplica tu jabón o limpiador sobre tu rostro con ayuda de las yemas de los dedos y enjuaga con abundante agua tibia. Después seca tu piel con toques suaves.
Si tu piel es mixta o grasa puedes usar el jabón de yogurt de leche de cabra. Este ingrediente es un excelente emoliente y refrescante. Brinda a la piel hidratación y luminosidad sin dejar una sensación grasosa. Los frutos rojos aportan antioxidantes a la piel y te ayudarán a mantener controlada la producción de sebo.
Si tu piel es seca o sensible puedes optar por un jabón facial de leche de cabra y aceite de olivo, por su composición de leche de cabra orgánica, aceite de olivo, aceite de coco y vitamina E, te ayudará a mantener tu rostro suave e hidratado.
Si tu piel es equilibrada cualquier opción será buena para ti, te recomendamos elegir productos que brinden hidratación y luminosidad a tu piel.
2. Cuidados especiales con sérum
Este paso va inmediatamente después de la limpieza facial; aplica 3 gotas de tu sérum en la yema de los dedos y distribúyelo sobre tu rostro. Los sérums faciales son productos con activos concentrados, por lo que nos ayudarán a cubrir necesidades específicas. Te dejamos una recomendación para que prepares tu sérum con ingredientes que benefician a cualquier tipo de piel.
ÁCIDO HIALURÓNICO
Este es un excelente aliado para la hidratación intensiva, rellenar finas líneas de expresión, prevenir la aparición de arrugas y brindar a la piel mucha luminosidad.
Para hacer tu propio sérum de 50 mL necesitas:
INGREDIENTE | PORCENTAJE | CANTIDAD (mL o g) | EQUIVALENCIA |
3% | 1.5mL | 30 gotas | |
Ácido hialurónico de alto peso molecular | 1% | 0.5g | 1/8 cucharadita cafetera |
3% | 1.5g | 1/4 cucharadita cafetera | |
1.5% | 0.75g | 1/8 cucharadita cafetera | |
Germall Plus-conservador | 0.5% | 0.25mL | 5 gotas |
89.5% | 45.5mL | --- |
Equivalencias: 1mL ~ 20 gotas; 1 cucharadita cafetera ~ 6 gramos.
Como todos los ingredientes son acuosos, se recomienda comenzar por mezclar el agua y la glicerina. Agrega los demás componentes a excepción del Germall Plus. Después mezcla constantemente con una batidora o algún instrumento que te permita incorporar todos los componentes. Antes de añadir el conservador, toma el pH de la solución para identificar que se encuentre entre 3 y 8, te recomendamos emplear las tiras de pH que son muy fáciles de usar.
Vuelve a mezclar y cuando tenga una apariencia de gel sin grumos, reserva en el frasco de tu preferencia.
3. Tónico
Este paso va después de la aplicación del sérum, es muy importante en tu rutina ya que te va a ayudar a refrescar, hidratar y restablecer el pH de la piel. Además, cierra los poros y ayuda a equilibrar y preparar la piel para continuar tu rutina. El agua de rosas o los hidrolatos como el de aloe vera, romero, manzanilla o pepino son una excelente opción para revitalizar tu piel y mantenerla fresca.
4. Hidratación
La hidratación sin duda es un paso que no puedes saltar, sea cual sea tu tipo de piel. Si tienes acné o tu piel es grasa, aplica un hidratante que sea ligero, como las fórmulas en gel, y que no contenga aceites. Para pieles secas y sensibles, debes buscar hidratantes con activos más potentes para que tu piel no se reseque ni se irrite.
5. Protección solar
Queremos que tu piel luzca siempre radiante y el uso de bloqueador es tu mejor arma para prevenir manchas y la aparición prematura de arrugas. Al igual que en los pasos anteriores, existen protectores solares para cada tipo de piel. Busca un protector solar que brinde protección de amplio espectro con un SPF de al menos 30. Es importante que todos los días lo uses, incluso si no hace sol e incluso si hace frío. Retocada cada 3 horas.
Listo, ahora tienes los pasos básicos para una rutina de skincare que eleve el aspecto de tu piel y celebre el amor propio. Tú eres tu mejor proyecto y mereces cuidarte y consentirte.
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